Y no te preocupes por su conservación, las naranjas no precisan necesariamente de frio, ya que pueden mantenerse perfectamente a temperatura ambiente durante varias semanas y sin perder sus propiedades naturales. Deben ser almacenadas en un lugar seco, fresco y ventilado, alejado de zonas de calor extremo como estufas o radiadores o zonas donde les pueda dar el sol.